Las tareas de excavación que implican reparaciones, instalación o construcción a menudo requieren sistemas de protección o apuntalamiento para garantizar la seguridad de los trabajadores evitando derrumbamientos o hundimientos dentro de las zanjas. La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) exige que los contratistas utilicen una solución de protección cuando una excavación alcance una profundidad de 1,5 metros o más. Al instalar estos sistemas, el contratista debe elegir entre equipos de apantallamiento o entibación para proporcionar la mejor protección.
Aunque se habla de entibación y apuntalamiento como sinónimos, existen muchas diferencias. El apuntalamiento de zanjas consiste en utilizar una caja o un escudo para proteger a los trabajadores en caso de que la zanja se hunda o se derrumbe. Dependiendo de las especificaciones y recomendaciones del fabricante de la caja, algunos escudos son apilables, mientras que otros se clasifican para profundidades específicas en el suelo.
La entibación requiere colocar placas, tablas o tirantes contra las paredes de una zanja y mantener la separación con postes, gatos de tornillo o cilindros hidráulicos. Mientras que el apantallamiento de zanjas mantiene a salvo a los trabajadores en caso de derrumbe, los sistemas de entibación de zanjas evitan que se produzca el derrumbe propiamente dicho.
Cada obra requiere un empleado cualificado familiarizado con las operaciones de entibación y apuntalamiento de zanjas para ayudar a determinar el mejor método para un trabajo concreto. Las directrices del fabricante suelen detallar la colocación, las instrucciones de montaje, los tipos de suelo y las profundidades máximas para un tipo de equipo específico. Para proyectos de excavación complejos, los contratistas suelen consultar con un ingeniero u otro profesional del sector familiarizado con el alcance del trabajo y la normativa local.
Existen muchos diseños de sistemas de protección para cumplir las directrices de la OSHA. El tipo de sistema que elija el contratista debe ser el adecuado para las condiciones del suelo de la obra. El sistema también debe tener en cuenta la cantidad de espacio de trabajo necesario, la facilidad de construcción y la profundidad de excavación requerida. Algunos de los equipos específicos incluyen:
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